" Siempre había soñado con un ángel que me ayudara a escapar de las ruinas del edén de una mente enferma, que no aprendió a despegar. Que tomara mis manos y juntos pudiéramos alzar el vuelo.
El día a día se hacía duro y la humanidad con la que me cruzaba, eran meras máquinas inertes incapaces de dar calor.
Miles de máscaras ajenas a mí.
Y sorpresa. Entre los casi cuatro millones de habitantes de esta caótica urbe, tras doblar una esquina te encontré a tí. Con tus ojos negros llenos de fulgor y tu sonrisa experimentada de quien parecía haber vivido mil vidas. Quién habría recorrido cada recoveco de la ciudad revestida de monóxido por la que nos ha tocado arrastrarnos para sobrevivir. Te fijaste en la muñequita de trapo idealista y con ansias de enamorarse.
Y ese ángel me enseñó lo que era el amor. No el primer día, porque hasta los ángeles siguen un plan. Y lo primero era enamorarme. Luego corregirme. Cada defecto, cada matiz y cada parte de la personalidad que no habría podido evolucionar sin tí.
Pero ven, acércate, estás demasiado lejos y hace frío, cariño.
Toma mis manos, aunque sea yo la caída y tú el que no has podido evitar empujarme. Cielo, tus ojos llenos de pasión y viveza parecen revolverse ante mí. Te quiero, perfecto ser celeste. No he debido corregirte ante aquellos que no importan nada para mí. Ni para nosotros.
Entiendo tu frustración, no olvido aquello que te hicieron a tí.. y comprendo cómo has tenido que sublimarla.
Ven.. ¿ves? ya no lloro. He sido una imbécil. No me reía de tí. Cómo hacerlo cuando siempre me has salvado del resto. Y de..mí.
Ahora estoy asustada. Te has quedado en el sofá y sólo me miras.
¿Qué puedo hacer para demostrarte todo lo que me haces sentir? Dime algo. Tu ostracismo me asusta. Más que aquella noche. La primera que te decepcioné..
¿Sabes?, nunca pensé que tendría a alguien ahí para mí. Y sentir tu mirada llena de amor es lo que me hace levantarme cada mañana. Sin ella hubiera sucumbido a mi propio abismo.
El corazón late de nuevo. Vienes hacia mí. Sonríes, me dices con mirada afectada "sin mí no eras nada". Y me das la mano, como el ángel redentor, atrae de nuevo al reincidente pecador que no pudo hacerlo bien. Y tus alas me envuelven otra vez.. "Shh..no volverás a errar". "Sabes que ha estado mal y Ellos lo han visto". "No importa que ellos te consideren una zorra, sólo es una más de tus meteduras de pata".
Y otra vez abrazada a tí, vuelvo a vivir.
A sentir que estoy en un lugar mucho mejor, que en la tierra en la que antes me encontraba desterrada.
Como si fueras mi nicotina, no puedo apartar los ojos y los labios de tí. Y aunque en ocasiones, el reflejo del espejo enfoque una imagen siniestra de un maniquí roto, y en sueños gima y corra intentado alcanzarte, eres la única persona que consigues hacerme sentir.
Por fin a salvo en tus brazos recuerdo el mohín que haces siempre al enfadarte, y me río con la inocente estupidez de una niña, y los cristales estallan sin preverlo de nuevo. El resorte del monstruo se ha accionado y las fauces tan abiertas parece que me van a engullir entera. El terror se apodera de nuevo de este cuerpo. Se entremezclan el deseo y la repulsión cuando las garras vuelven a golpear mi sien. La confusión y la indefensión aprendida me atrincheran en el rincón más oscuro que puedo encontrar. Pero mis ojos vuelven siempre ansiosos a tí, rogando por recuperar tu fé en mí. Otra vez".
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